Número 66, época V, enero-febrero de 2021, "La fábula y el canto".
Abrumados por las pérdidas sufridas de propios y de extraños, encarnamos nuestras pérdidas en varios de los amigos que fueron entrañables compañeros de viaje. Así, Casa del tiempo dice adiós en estas páginas —mas no olvida— a Jaime Augusto Shelley, a José Francisco Conde Ortega , a Sandro Cohen, a Uriel Martínez, a Luis Zapata y Arturo Rivera , hacedores en la vida y en la palabra todos ellos, excepto Rivera, quien mostró su sensibilidad poderosa mediante imágenes avasalladoras que lo distinguen y lo perpetúan. Se hallan a cargo de este homenaje, respectivamente:Eduardo Casar, Fabiola Eunice Camacho, Guillermo Vega Zaragoza, Ana Clavel, Sergio Téllez-Pon y Héctor Antonio Sánchez.
En otros espacios, Tayde Bautista contempla la peculiar Torre de Marfil donde una mujer culmina sus sueños secretos y los desarrolla con habilidad valiente. En contraste, en el orbe de Ménades y meninas , Virginia Negro nos presenta la lúcida evolución y coherencia de las percepciones visuales de Minerva Cuevas.
Por su parte, Antes y después del Hubble apunta hacia mundos poco frecuentados: Marina Porcelli continúa con el viaje del tranvía que no paraba nunca, ahora en un recuento de criminales célebres; Moisés Elías Fuentes encuentra una hendidura desde donde se ve crecer el mito de Gloria Swanson en la revisión de Billy Wilder y El ocaso de una vida ; y Jesús Vicente García testifica que pocos mexicanos son tan fieles y aferrados compañeros de su tapabocas como el habilidoso Pamelo en sus riesgosas travesías capitalinas.
Los Francotiradores se apostan frente a obras de Gloria Steinem, Jazmina Barrera, Irene Vallejo y Rey Andújar.
En el suplemento electrónico Tiempo en la casa, “El escritor y el poder”, de Marco Antonio Campos.
De la partita
(algo muy sencillo)
Jaime Augusto Shelley
En la sociedad del futuro
no habrá hambrientos,
gente descalza
o viviendo a la intemperie.
En el futuro, no habrá
odio racial, social, político.
No habrá nada de eso, dicen.
Sin cosas que lamentar,
en el futuro habrá sólo presente.
Los ayeres, una canción:
y el mañana, un cuento para niños.
Es algo muy sencillo
—dicen los expertos—:
en el futuro
no habrá futuro.
Celebración
José Francisco Conde Ortega
Es de noche
y sigues siendo mi amada medieval
bajo el signo del amor cortés.
Es otra noche de julio
cuando el escudo de Amadís
convierte el vino en luna llena;
tus ojos cruzan el arco de los leales amadores
y tus labios deciden el triunfo
en esta corte de amor.
Es la noche de la ternura inacabable,
de tu fresca piel bajo mi espada;
la noche del triunfo de los cuerpos
y de los vinos en francés.
Es tu noche, y del poeta
—o algo así—
que amó otra vez tus manos infantiles
que abrieron rutas en mi frente
y mis cabellos.
Es tu noche, amor;
es nuestra noche.
Morir, a veces
Sandro Cohen
A veces me da gusto, así, morir:
boca arriba, flotando, en una barca
de sábanas tan limpias que se escapan
del tiempo, como yo, cuando me muero.
Las nubes se transforman. Son los libros
que me acompañan río abajo, páginas
abiertas que se leen en verso blanco,
casi igual que estos, pero son mejores
aquellos que escribimos en el cielo.
Morir, a veces me da gusto así:
sin darme cuenta, poco a poco, lento,
como anochece el alma, como muere
el día entre los últimos capítulos
de una novela que habitamos todos.
Así —sin aspavientos, con los ojos
hacia atrás y sintiendo todo el peso
de la tierra en mis huesos que también
son forma que sostiene, que son versos
blancos que ritmo y gracia dan al cuerpo—
me da gusto morir, a veces, mas
no siempre, sino a veces, sin pensarlo ...
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