La democracia en México, un proceso con fallas, imperfecciones y seudo practicantes
La democracia no es un bien imperecedero, sino un proceso que también tiene fallas, imperfecciones y seudo practicantes, por lo que es importante reflexionar sobre la facilidad con la que podría volverse cualquier otra cosa, advirtió el doctor Víctor Alarcón Olguín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El libro México 2012-2018 ¿erosión de la democracia?, presentado en el marco del VI Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología, no es sólo un recuento histórico –que es una de sus mayores virtudes, “al ayudar a explicar la base de buena parte de lo que vivimos en el momento actual– sino que se atreve a generar interrogantes e, incluso, una lectura quizá para algunos poco optimista”.
La función de un científico social es ser crudo, directo y frontal con lo que está observando, de ahí la necesidad de hacer advertencias puntuales, en este caso del agotamiento y la erosión misma que puede sufrir la democracia y, “para quienes tratan de concebir claves interpretativas de cómo ver el presente y el pasado reciente del sistema político mexicano, así como sus devenires, es un texto de lectura más que obligada y metodológicamente muy sólido”, se acuerdo con el académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa.
En el conjunto de artículos que la obra integra se observa cómo a lo largo del sexenio pasado la democracia nacional sufrió un declive, al disminuir la capacidad de las instituciones; las leyes y las reglas formales para tener eficacia y legitimidad en la regulación de los procesos sociales; el incremento de la corrupción, y la captura de organizaciones, bienes y recursos públicos por diversos grupos e intereses, indicando que la alternancia presidencial estrenada en 2000 ha tenido avances y retrocesos, estos últimos exacerbados entre 2012 y 2018, añadió Alarcón Olguín.
Emanuel Rodríguez Domínguez, doctor en Ciencias Antropológicas por la UAM, sostuvo que a partir del cambio de gobierno en 2018 algunos sucesos, más que remanentes del periodo neoliberal, forman parte de la estructura y las prácticas arraigadas que se expresan en los pasos políticos del país.
“Esta publicación puede ser de utilidad para estudiar –priorizando una mirada desde la antropología, en diálogo con otras ciencias– ámbitos y acontecimientos, incluidos la corrupción en las estructuras de poder; las crisis de autonomía en las instituciones representativas; los repertorios de violencia política que se dan en el marco de los comicios; las malas prácticas en las elecciones; las acciones afirmativas para resanar la democracia y sus procesos de exclusión, entre otros que empiezan a calentar el debate”, previo a la próxima cita en las urnas.
El investigador del Centro de Estudios Antropológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México coincidió con los coordinadores de la coedición de la UAM y Juan Pablo Editores en que el quiebre contemporáneo de la democracia no será producido por un golpe de Estado o de manera violenta, sino que quizá como resultado de métodos sistemáticos que afectan el diseño institucional y los imaginarios sociales que le otorgan legitimidad.
“Un cuestionamiento que emerge al adentrarse en sus capítulos es si las fases de desgaste del sistema político que defiende la soberanía del pueblo son generados por un líder electo que concentra mucho poder y busca erradicar la oposición o, por el contrario, son resultado del distanciamiento entre las decisiones de gobierno, los desencuentros con las élites partidarias y la desafección de una ciudadanía que todavía no le encuentra mucha utilidad a la democracia, al no ver reflejado ningún beneficio en su vida cotidiana”.
La presentación del libro, en un acto virtual, fue moderada por el doctor Héctor Tejera Gaona, profesor del Departamento de Antropología de la UAM, coordinador de la publicación, junto con sus colegas Diana Guillén y Alejandro Monsiváis Carrillo.