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Las vestiduras del palacio plasma las obsesiones desde el exilio de Angelina Muñiz-Huberman

Las vestiduras del palacio plasma las obsesiones desde el exilio de Angelina Muñiz-Huberman

“En los títulos de mis poemas se encontrarán los temas que he tratado a lo largo de mi obra, las obsesiones: desde la falta de tierra, de morir donde no se nació, de imaginar desear vestir la vida como un palacio ideal, aunque inalcanzable”, afirmó la escritora Angelina Muñiz-Huberman.

Durante la presentación de Las vestiduras del palacio en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería señaló que su obra, publicada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), compendia sus obras anteriores y aparecen todas sus ofuscaciones desde el exilio.

“Si ven los poemas verán esa lucha por llegar a un lugar, al palacio, esas metas que no son alcanzables, ese hubiera tan famoso que es un tiempo imposible; también una música no existente en sueños, aspirar al momento de la revelación y tampoco lograrlo, un misticismo perdido frustrado, la otredad, otra vida, otro instante, otro paisaje, nada propio todo prestado como las vestiduras”, enfatizó la ganadora del Premio Nacional de Artes y Literatura 2018.

“A muchos de los autores que se dice que están en mis poemas no los he leído. A Rubén Darío lo conocí en mi infancia cuando tenía ocho años, a los 14 años me enamoré de Víctor Hugo además de que lo analicé mucho, recorté su fotografía que venía en el texto y lo tenía en mi buró y todas las noches me despedía de él”, recordó.

Para Muñiz-Huberman, autora de más de 50 libros de poemas, narrativa, ensayo y traducciones, lo interesante de la literatura es que puede hallarse no sólo siguiendo los pasos de investigación, sino lo que uno quiere encontrar, “pues al leer siempre nos estamos proyectando si eso me pudo pasar a mí”.

La autora reconoció tener frases de otros literatos “que los introduzco incluso sin comillas, pues escribir es también confesar e inventar todo al mismo tiempo, así con mis pseudomemorias, por eso le puse ese título porque está lo que recuerdo y lo que invento; en una palabra, escribir es muy divertido y ahí mete uno todo lo que quiera”.

El ensayista y poeta José María Espinasa refirió que “Angelina es una autora prolífica que ha escrito poesía, narrativa, ensayo de imaginación y académico, antologías y traducciones, pero me encuentro con sus libros de memorias y me cuesta definirla, más aún cuando leo sus ensayos sobre tradición árabe, judía y medieval, por eso también pienso que es una académica”.

Espinasa señaló que al volver a leer Las vestiduras del palacio “me he dado cuenta de que ha cambiado y al tener tantos títulos no es la misma, al principio su poesía es muy transparente, sencilla, directa y comunicativa y, en esta obra en cambio gana un cierto barroquismo hacia el cual ha llegado al pasar por otras etapas su trabajo”.

Muñiz-Huberman no nació en España, “nació apenas salidos sus padres al exilio y vino muy niña a México, aunque algunos críticos colegas la han incluido en la denominada generación hispano mexicana, la de Tomás Segovia, Luis Ríos y otros, pero yo digo que es plenamente mexicana y construyó sus raíces españolas a partir de su literatura”.

En la obra “hay otra estética de su poesía que se relaciona con Rubén Darío, es un libro muy musical con un aliento métrico casi versicular; su escritura vuelve a renacer desde un tono que ya estaba dominado por ella y decide lanzarse en otra nueva aventura que significa una nueva musicalidad que consigue un universo barroco, muy de ella”, apuntó el ensayista.

Al moderar la actividad, la doctora Freja Ininna Cervantes Becerril, directora de Publicaciones y Promoción Editorial de la UAM, resaltó que la obra de Muñiz-Huberman es un texto mayor y siempre es un placer escuchar la poesía en la propia voz de la autora de un libro que sido muy bien recibido y festejado.