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Diccionario tiende puentes entre la biología evolutiva y las ciencias sociales

Diccionario tiende puentes entre la biología evolutiva y las ciencias sociales

El Diccionario de biología evolutiva para las ciencias sociales y las humanidades, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), proporciona una vía de aproximación a las teorías y los debates de la esa especialidad a través de sus principales conceptos, señaló la doctora en Filosofía Dayanira García Toledo al presentar la obra en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El texto contiene 74 conceptos que desarrollaron profesionales de diferentes disciplinas y que aproxima los campos de la biología evolutiva a los de las sociales y humanísticas.

La jefa de la Sección de Actividades Culturales de la Unidad Cuajimalpa destacó que en la introducción se hace una posible ruta de lectura definida por la noción de evolución cultural, que forma la columna vertebral para comprender que muchos términos de la biología pueden ser extrapolados a fenómenos sociales o culturales, incluso a través de la analogía.

Jorge Galindo, coordinador del libro, destacó que este diccionario surge del espíritu de la sede Cuajimalpa que siempre ha buscado la multi y trans disciplinariedad, y que parte de un seminario que se ha llevado a cabo desde hace varios años que conjunta a biólogos, sociólogos, filósofos y otros. Desde un primer momento, los coordinadores pretendían buscar conceptos biológicos que tuvieran relación con tópicos de las Ciencias Sociales y las Humanidades.

Durante muchos años, las fronteras entre las Ciencias Sociales y la Biología eran férreas, pues se consideraba que ciertos fenómenos biológicos podrían ‘naturalizarse’ si se exploraban desde las ciencias sociales, lo que marcaba una distancia radical. Hoy no puede pensarse lo social disociado de lo natural, indicó el doctor Galindo.

En ese sentido, el primer rendimiento del diccionario está en el índice, que ofrece a los estudiosos en ciencias sociales conocer nuevos tópicos, herramientas conceptuales que favorecen un diálogo entre disciplinas e ideas, entre contenidos y formas de pensar. Para la concreción de esta obra, los coordinadores contaron con la colaboración de estudiantes de diferentes licenciaturas de la Unidad Cuajimalpa.

La selección de términos siempre se apegó al criterio de elementos que son compartidos entre la biología evolutiva y cualquier ciencia social y/o humanística. Se hizo una lista a partir de la cual se buscó la cooperación de científicos internacionales, quienes escribieron una entrada –que podía extenderse hasta las 2,500 palabras– para desarrollar el concepto.

Además se pidió a los autores que explicaran determinado concepto incluyendo una perspectiva social y humana. En ese sentido, participaron biólogos, filósofos de la ciencia, filósofos de la biología, psicólogos e historiadores de la ciencia, que se dieron a la tarea de escribir uno en particular.

La noción de evolución cultural postula la idea de variación, selección, competencia y herencia culturales, basado en el modelo evolutivo biológico, precisó Maximiliano Martínez Bohórquez, coordinador de la obra.

Por otra parte, cada vez hay más investigadores de ciencias ‘duras’ que han adoptado términos propios de las ciencias sociales y humanas.

Ejemplo de un concepto que refiere el diccionario es sobre egoísmo y evolución, escrito por el doctor Jorge Oseguera Gamba, investigador del Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en cuya entrada describe el egoísmo como una acepción que tiene diferentes significados en la Biología, en las Ciencias Sociales y en las Humanidades.

En el día a día “usamos el adjetivo egoísta para referirnos a una persona que atiende desmedidamente su propio interés sin procurar el de los demás; su antónimo es el altruismo, que consiste en procurar el bien ajeno aún a costa del propio. Sin embargo, la manera en que se emplea en las ciencias biológicas, y en concatenación con las ciencias sociales y las humanidades, puede variar y causar confusiones”.

Hay dos sentidos en que se puede utilizar el término egoísmo: el descriptivo y el normativo. Las acepciones descriptivas de egoísmo son utilizadas para explicar conductas o características de un organismo; en cambio, las normativas apuntan a prescribir o justificar conductas o acciones.

Las descriptivas son utilizadas en las Ciencias Sociales y en la Biología, que incluyen el egoísmo psicológico y el biológico. Las normativas tienen lugar en las Humanidades, específicamente en la Filosofía, como el egoísmo racional y el ético.

Otro concepto que ejemplifica el sentido del diccionario es el de simbiosis, escrito por el doctor Yuli Peretó Magraner, quien detalla que éste se originó en un contexto sociopolítico proclive a adoptar una posición anti darwinista y fue la base de ciertas extrapolaciones de las observaciones naturalistas hacia las Ciencias Sociales. En épocas más recientes esta acepción –utilizada con profusión en el lenguaje corriente– tiene una aplicación más estricta y fiel a su significado científico.

Un término que apuntala los objetivos de este Diccionario es el de raza, manejado por la doctora Abigail Nieves Delgado, académica de la Universidad de Utrecht, el cual ha sido empleado en la clasificación de animales y plantas, así como en humanos; en los primeros se ha utilizado para referirse a las diferencias observadas entre aquellos encontrados en distintos lugares, así como en otras ramas de la biología.

El concepto de raza en la clasificación humana es histórica y socialmente más problemático que su uso en otros seres vivos, ya que por lo general implica la jerarquización de dichos grupos para justificar científicamente la desigualdad social.

Su origen es un problema abierto en la historia de la ciencia y su uso en la clasificación humana un problema actual que cruza varias disciplinas como la biomedicina, la sociología, la demografía y las ciencias forenses.