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Casa del tiempo, año XLIII, vol. II, época VI, número 11, octubre-noviembre de 2023

Casa del tiempo, año XLIII, vol. II, época VI, número 11, octubre-noviembre de 2023

¿Acaso es posible rastrear ya la influencia de la Inteligencia Artificial y sus múltiples herramientas en la forma en que se produce arte y escritura? ¿La aparición de la IA es una amenaza real a la labor de los creadores o sólo un recurso más? ¿Cuáles son sus implicaciones éticas, legales e históricas? ¿Cuáles son los retos que impone a la Academia? Mediante ensayos críticos, relatos que imaginan un futuro posible o testimonios ejemplares discutimos en nuestro Dossier sobre el crecimiento exponencial de las tecnologías de la información en la cotidianidad humana, las labores y las artes.

En Travesías, Alberto Álvarez Alejo nos invita a escuchar la música de la banda norteamericana de hyperpop 100 gecs; Miriam Huberman Muñiz analiza la coreografía Râbi’a, de la israelí Orly Portal, montada en México por Khamsa Dance Project; y Eduardo Aguirre reflexiona acerca de cómo se fotografía al piano y a los pianistas en el cine contemporáneo.

En Imagos, Itzel V. Camarillo C. nos comparte sus impresiones de Cangrejo y yo. Parodia interestelar sobre seres medio vivos o medio muertos, obra escrita y dirigida por Andrómeda Mejía y representada en el Teatro Casa de la Paz.

En Ágora, Esteban Krotz polemiza sobre la nueva Ley de Ciencia y Tecnología y contrapone sus propósitos a la perspectiva del filósofo Luis Villoro.

Lucila Navarrete Turrent nos ofrece, en Fractales, el testimonio razonado de su vida con un padecimiento intermitente: la migraña; Marillen Fonseca discurre sobre las implicaciones políticas y los riesgos que enfrenta una mujer que corre; y Audomaro Hidalgo sigue el rastro de la cultura francesa en la obra centenaria del escritor en lengua alemana Rainer Maria Rilke.

A Contraluz, obras de Emmanuel Carrère, Abdulrazak Gurnah, Mary Beard y Selva Almada.

 

En el suplemento electrónico Tiempo en la casa, Mariana Mejía Villagarcía recorre la exposición Titles #8. Libros de artistas, de la Casa de la Primera Imprenta de América.

 

Tres poemas de Material hospitalario

Claudina Domingo

 

a solas. me urgía estar a solas para verme al espejo. no en el baño de un hospital, donde los espejos reflejan a la misma persona con bata y gesto de dolor. en casa al fin me vi al verdadero espejo: me pareció que otra persona me miraba. me encontré bella. me extrañó no haberlo notado antes. luego se enmarañaron los días, porque el dolor es un maestro inepto que no se ha enterado que ya aprendiste la lección. porque el dolor es una larva que duerme y sueña. cada vez que sueña, sudas. cada vez que sueña, gimes o te encoges. la antilarva no se convierte en mariposa. lo sabes: no saldrá de tu cuerpo convertida en un milagro tornasolado. se va a quedar ahí como un recuerdo de metal.

 

la cicatriz de la bolsita es una pregunta mal hecha. la otra, la enorme cicatriz sobre el pubis, cuenta una historia. una mano derecha y urgente abrió la carne hacia tu izquierda. hay tramos donde se nota intención de profundidad. el filo entró con más ahínco al principio. y se abultó un poco como todas las cicatrices de tu cuerpo. algo del colágeno que ahora no importa. ¿quién quiere quitarle ahora la máscara al misterio? pero junto a ella, la cicatriz de la bolsita no parece cicatriz de quirófano. un navajazo mal dado. la oruga que se niega al vuelo. que ni siquiera tiene paciencia para la crisálida.

 

tengo ahora una mascota nueva. la toco como acariciaba de niña las sensitivas. esas plantitas misteriosas que se cerraban bajo los dedos. mi curiosidad pasa y repasa las costuras que ahora son cordilleras de piel. “todavía está entumecida”, me digo. mido con el paso de los días, semanas, meses, su estado y condición. es mejor sorprenderla por la noche o tras la ducha. con las yemas de los dedos, como la vulva y el placer. sólo que en este caso los dedos preguntan si ya no es de goma el cuerpo. no llaman al placer sino a los nervios. antes que piel hubo pelaje, plumas y escamas. y, mucho antes, nervios. lo entumecido es una boca que se va cerrando cada vez más cerca de la cicatriz. llegará un día en que su ojo rasgado cierre por completo y mi piel deje de recordarme filos, bordes, planchas.