Audiolibros, un acercamiento a esta modalidad de edición
La literatura y la voz han estado siempre ligadas. La forma de contarnos historias ha sido, desde sus versiones más primigenias, un ejercicio oral, de habla y escucha. Marcar en voz alta el ritmo de un poema o un cuento, paladear el sonido de las palabras y sugerir intriga o sorpresa por medio de una tonalidad auditiva son posibilidades que, en la edición contemporánea, nos ofrece el libro en formato auditivo, conocido popularmente como audiolibro.
El audiolibro no se apoya de la página impresa ni de los caracteres gráficos. Quien lee un audiolibro sólo necesita escuchar. Si bien antes de la difusión masiva de
contenidos por medio de internet los audiolibros se encontraban en formatos como el cassette o el disco compacto, hoy es posible escucharlos desde nuestros dispositivos móviles gracias al modelo de suscripción o diversas aplicaciones.
Los audiolibros apoyan a las personas con problemas visuales o permiten realizar actividades simultáneas, como hacer ejercicio, cocinar, limpiar o tomar el transporte público. Por lo general, la lectura se lleva a cabo por actores profesionales, capaces de dramatizar y sugerir con el tono, la cadencia o el timbre de la voz distintas situaciones y momentos. Gracias a su versatilidad y accesibilidad, esta forma de publicación crece día con día en el mercado del libro en español. Novelas completas, que se leen en unas cuantas horas, pueden ser el mejor acompañamiento para quien goza de la lectura y tiene poco tiempo disponible.