Recuperan códice escrito en el siglo XVI sobre hierbas medicinales
Un elemento que transformará el conocimiento sobre el uso actual de las plantas son las descripciones que han sido objeto de análisis e investigación de historiadores, botánicos y antropólogos para identificar muchas especies representadas en un libro del siglo XVI, y ahora se encuentran en El Códice de la Cruz Badiano. Reflexiones desde la ciencia, la historia y la antropología (UAM-Scientika), señaló la doctora Alejandra Moreno Toscano.
En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2023, la coordinadora del texto destacó que gracias al entusiasmo de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se pudo “recuperar, enriquecer, representar e inventar un conocimiento que nos estaba indicando que tenemos dos grandes posibilidades a futuro”.
La relación con la naturaleza que tiene el país es diferente a la de muchos otros, lo que indica que se cuenta con una gran riqueza herbolaria, médica, científica y, sobre todo, nutritiva única, de acuerdo con lo que se observa en el códice.
Durante la presentación de la obra –que reúne siete capítulos de investigadores de varios contextos disciplinares, así como del doctor Baltazar Brito, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia que conserva el Códice de la Cruz Badiano–, la historiadora indicó que al entrar en contacto con el manuscrito histórico, los estudiosos observaron que las enfermedades están en latín y no en náhuatl.
Entonces, parte de ese descubrimiento que “estábamos haciendo en el siglo XXI con los expertos que también veían por primera vez el libro, además del tema de las figuras de las plantas, esa pictografía única del centro de México que representa a la planta completa desde la raíz hasta la floración es un estilo único, representa la relación del hombre con la naturaleza”.
La historia de cómo se recuperó el códice original es interesante, porque fue un obsequio que el Papa Juan Pablo II hizo nuestro país cuando se renovaron las relaciones con el Vaticano, hace 30 años y representa la restitución de un documento hecho por indígenas del siglo XVI en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. Se llama así por el médico indígena Martín de la Cruz y el dibujante de Xochimilco Juan Badiano, quienes lo elaboraron por encargo de Carlos V, “para quitarle la enfermedad que tenía y que conociera las maravillas que nosotros conocemos”.
Sin embargo, por procesos de la corona española terminó en la Biblioteca Vaticana durante casi 400 años, hasta que lo trajeron de regreso, “y ahora este pequeño o gran texto es visto con ojos científicos contemporáneos connotados, desde la ciencia, la historia y la antropología”, resaltó la doctora Moreno Toscano.
El doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, mencionó que la obra reúne en siete capítulos esta simbiosis de la naturaleza con el hombre, reflejo del conocimiento de las plantas y su uso, y así la Casa abierta al tiempo tiene “el compromiso con la conservación del patrimonio cultural en general y un volumen como éste es patrimonio, historia, ciencia y tradición”.
Esta coedición de la UAM con Scientika, reúne a diferentes expertos y expertas, pretende ensanchar la valoración científica, histórica y antropológica del Códice de la Cruz Badiano en reconocimiento a sus autores, pues su creación en 1552 “marca un hito en la conformación de una cultura, además el libro habla del mestizaje en nuestro país, esa edición fue hecha con papel de algodón europeo, con una estética prehispánica y escrito en latín”.
“La lectura de sus capítulos impacta desde distintas visiones inter y multidisciplinares y me parece increíble que después de seis centurias el códice haya llegado en un buen estado de conservación, dado que en el continente americano es la primera publicación conocida de esta relación simbiótica”.
José Carlos Barranco, de Scientika, refirió que este proyecto nace a finales de 2019 para llamar la atención de estudiosos de diversas disciplinas en el rescate de obras como el Códice de la Cruz Badiano. La presentación estuvo moderada por Amada Pérez, jefa de la Sección de Producción Editorial del campus Xochimilco de la Casa abierta al tiempo.