Obras editadas en Gran Bretaña ayudaron a formar identidades en países nacientes de América Latina
Durante los primeros años de vida independiente de Hispanoamérica, la importación de libros de Gran Bretaña contribuyó a la formación de nuevas identidades nacionales y resultó crucial para entender las relaciones económicas, culturales y educativas en el mundo atlántico, afirmó la doctora Freja Ininna Cervantes Becerril, directora de Publicaciones y Promoción Editorial de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Libros, negocios y educación, escrito por Eugenia Roldán Vera, integra el estudio de la empresa editorial de Rudolph Ackermann para Hispanoamérica en la primera mitad del siglo XIX, así como la amplia circulación e incidencia en la cultura impresa en la construcción de identidades sociales y culturales en las primeras décadas de vida de las naciones de América.
La obra de Roldán Vera–que forma parte de la colección Biblioteca Latinoamericana de Culturas del Libro– “crea panoramas para decodificar esa aproximación a la historia de manera nacional para apreciar contextos transversales en campos del conocimiento ya consolidados, incluidos la historia de la edición y de la lectura, y cómo son interdisciplinarios en la práctica editorial”, abundó Cervantes Becerril.
La obra presentada en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería surgió en idioma inglés hace dos décadas y contribuyó a documentar y analizar la historia en este campo del conocimiento, a través de la consulta de acervos.
La autora de la obra, doctora Roldán Vera, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, recordó que si bien el libro fue publicado en inglés hace 20 años, “afortunadamente me contactaron colegas de la Universidad Javeriana, una editorial y la UAM para su publicación en español”.
Toda vez que no se trata de la historia de México como tampoco de Chile, “al no estar de moda la historia trasnacional o global tardó mucho en salir a la luz en español”, indicó la investigadora, quien reconoció que “cuando estaba estudiando la licenciatura en historia e investigaba sobre los primeros textos de historia nacional, me encontré en una librería de viejo un catecismo de agricultura publicado en 1824 por una editorial de Londres”.
En la edición “descubrí que había existido una editorial londinense que publicaba libros en español en la década de 1820 cuando los países se estaban independizando; se trataba principalmente de escritos educativos con sentido didáctico que eran llamados catecismos, aunque ninguno de ellos era de doctrina cristiana, sino sobre matemáticas, historia, geografía o aritmética”.
El primer capítulo, explicó la autora, aborda el estado de la cultura impresa en Inglaterra e Hispanoamérica, así como la razón por la que se publicaban en Inglaterra, que se debía a la presencia de diplomáticos latinoamericanos en Londres que se encontraban negociando el reconocimiento de las independencias, además de españoles migrados que huían del retorno del absolutismo.
El segundo apartado analiza cómo se conformó una empresa editorial sui géneris con sujetos de distintos entornos e intereses y que los catecismos en realidad eran adaptaciones en las que se veía la mano de los traductores españoles, en tanto la tercera sección manifiesta que los canales por los que llegaron los libros a América fueron los comerciantes de telas o empresas mineras.
La obra refiere cómo se empleaban los libros en las escuelas, qué significaba el género de preguntas y respuestas; reseña las experiencias de los lectores y sus comunidades y examina la reescritura de los textos en los países latinoamericanos.
Cervantes Becerril presentó también el libro La edición del cuento en Colombia en el siglo XX, que estudia las dinámicas editoriales y la puesta en circulación del cuento colombiano durante el siglo XX, planteando esa tarea como una instancia importante en la formación del valor literario.
Ese género específico toma cuerpo en las distintas empresas del tipo en el país, cuya aportación es importante para estudiar la literatura ya no como en el siglo XIX, sino como un fenómeno social, político, económico y cultural, refirió.
“La UAM, con la publicación de los primeros dos textos de la colección Biblioteca Latinoamericana, da respuesta a un campo del conocimiento y formación de editores, en razón de que los libros son vehículos de diálogo con otros colegas y la comunidad”, concluyó la humanista.