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Necesaria la comprensión de contextos para entender a las juventudes

Necesaria la comprensión de contextos para entender a las juventudes

La comprensión de contextos de las juventudes sitiadas implica entenderlos como claves interpretativas, comprensivas que dan cuenta de un mejor entendimiento de sus prácticas sociales y expresiones culturales, aseguró el doctor Alfredo Nateras Domínguez, al presentar el tomo IV de Juventudes sitiadas y resistencias afectivas

En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022, el investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinador del mismo, dijo que no es posible entender a las juventudes si no es a partir de sus contextos, concepto que articula los cuatro textos de la serie.

Otra de las nociones articuladoras “la retomé de un concepto militar: juventudes sitiadas, juventudes acosadas, en torno a condiciones de precariedad, de violencia, desesperanza, aunque en este contexto acomoda la idea teórico conceptual de las juventudes sitiadas y resistencias afectivas”. 

Entonces, siguiendo un poco a Gramsci, el “gran marcaje del Tomo IV tiene que ver con el ocio, el divertimento, la configuración en estos lugares, en los antros, en las fiestas, de las subjetividades juveniles, clave importante porque no se puede resignificar aquella vieja consigna de nuestros padres o abuelos de que la ociosidad es la madre de todos los vicios y causaba preocupación y la asociaban a estar perdiendo lo mejor de la vida, en términos de la lógica productiva del capital”. 

En la actualidad esta expresión puede resignificarse como la “ociosidad es la madre de todos los movimientos, de todas las acciones, de todas las reflexiones juveniles y de todos los mecanismos de creatividad y demás”, afirmó el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II.

El volumen –editado por la Unidad Iztapalapa de la UAM y Gedisa– reúne cuatro artículos sobre la situación de las juventudes en México y Chile para tratar estas capacidades de interpelación que se encuentran en un “territorio del espacio en contienda o bioculturas”, donde se disputa la condición juvenil que está en los cuerpos, en el derecho al aborto, al uso de drogas o a intervenir el cuerpo.

Al igual que las afectividades y las emociones, con “todas esas consideraciones que vemos en las manifestaciones: los afectos y emociones que tienen una dimensión de lo político cuando se marcha en contra de algo como muestra de solidaridad; aún con la desesperanza, el enojo, el encabronamiento puede haber momentos lúdicos, de fiesta”.

En este sentido, hay otro sitio que se pliega y se despliega y tiene que ver con la calle, con el espacio público de las banquetas y de las manifestaciones no sólo del país, sino en América Latina.

Sobre todo, cuando las juventudes son los actores y sujetos que tienen la sensibilidad a través de sus prácticas y expresiones culturales de mostrar la crisis del modelo civilizatorio, así como también las condiciones de exclusión y discriminación dentro del marcaje del neocapitalismo o tecnología del neoliberalismo.

El doctor Nateras Domínguez adelantó que el Tomo V se publicará en los primeros meses del año próximo y abordará desde un enfoque académico la despenalización del uso de la marihuana, que es otra disputa actual.

La maestra Erika Granados Aguilar, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Política de la citada unidad académica, comentó que la obra de más de 150 páginas de una lectura ágil tiene como eje conductor una guía y “está totalmente ensamblado, lo cual significa un muy buen trabajo del coordinador”.

En el prólogo hace mención de los otros tres tomos de la serie –Violencia y aniquilamiento, Problematizaciones, embarazo, trabajo, drogas, política y Acción colectiva e identidades– que ilustran la situación actual de las juventudes en estos dos países, la música de metal, las fiestas, la religión y cómo, por ejemplo, los jóvenes en Chile buscan nuevas formas de resignificación de sus relaciones.

En la presentación de la obra también estuvo presente el doctor José Manuel Valenzuela Arce, investigador de El Colegio de la Frontera Norte.