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Los estridentistas, importantes para la literatura mexicana

Los estridentistas, importantes para la literatura mexicana

El libro ¡Viva el mole de guajolote! Nuevos asedios al estridentismo, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), “remonta y hace un poquito de aire para mostrar que a su manera los estridentistas también habían sido importantes en la literatura mexicana”, comentó su autor, el doctor Evodio Escalante.

El crítico literario, antólogo e investigador, que en esta obra reúne varios estudios del movimiento de vanguardia en México, a su vez que recupera publicaciones de izquierda surgidas en una época marcada por el radicalismo político y su papel protagónico en la consagración de estridentismo durante la década de 1920, recordó la enemistad que se fraguó entre contemporáneos y estridentistas, debido a las agresiones que los propios estridentistas hicieron de sus colegas.

“Ataques que fueron del día a día hasta finales de los años 20 del siglo pasado y que adquieren un giro mucho más poderoso en la medida en que los contemporáneos se vuelven el grupo y la vanguardia clásicos, pues los verdaderos herederos de la tradición literaria mexicana ante el público y la historia son los contemporáneos, en esa misma medida sus ataques contra los estridentistas se tornan más efectivos”.

Además de continuadores de contemporáneos “como podría ser Carlos Monsiváis –uno de los críticos que más influyó en mí– que insistieron en el ataque contra el estridentismo que tuvo resultados tremendos”, expresó en la presentación ¡Viva el mole de guajolote!.

El docente del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa de la Casa abierta al tiempo refirió que habrá que reciclar algunos de los textos que escribió hace tiempo y, en su caso, para argumentar esas posiciones habría que hacerlo desde un nuevo punto de vista, pero sí existe un rastreo exacto de cosas que se han quedado en los escritos que la “ceniza del tiempo va ocultando”.

En sus páginas recupera las publicaciones de izquierda que surgieron en una época marcada por el radicalismo político y su papel protagónico en la consagración de este movimiento. Aborda la faceta vanguardista de Alfonso Reyes y Mariano Azuela. Evodio Escalante destacó que conoció a Manuel Maples Arce y a don Germán List Arzubide.

Resaltó que el mismo List le dio una interpretación carnívora o caníbal de la expresión de mole de guajolote, pues le explicó que ¡viva el mole de guajolote!, quería decir “hay que comernos a los guajolotes, a las gallinas viejas, hay que matar a los totoles académicos, concepto que ellos tenían de los docentes de la lengua”.

En su intervención, el doctor Alberto Rodríguez, investigador del campus Iztapalapa de la UAM, dijo que es un acierto la edición de ¡Viva el mole de guajolote! Nuevos asedios al estridentismo, porque aparece en el centenario de la vanguardia estridentista.

La importancia de reunir esa producción dispersa que él tenía en publicaciones tanto en revistas académicas como en suplementos sobre el movimiento es oportuna y necesaria, porque tan sólo en la presentación refiere la persistencia del estridentismo y el papel que jugaron Mario Schneider y Octavio Paz, y en ese reconocimiento habría que agregar la propia obra de Escalante.

“Evodio fue formador de varias generaciones de estudiosos de las vanguardias y del estridentismo, en particular creo que le debemos mucho a la labor del maestro y cuando se refiere al legado de Mario Schneider como iluminación estridentista considero que él mismo participó en ella para quienes entonces éramos estudiantes por allá de la mitad de los años de 1990”, puntualizó.

La doctora Rose Corral Jordá, académica de El Colegio de México, también subrayó que el libro aparece a los 53 años del primer texto sobre el movimiento de vanguardia ninguneado y olvidado por sus propios actores hasta los años 70 y 80 del siglo pasado.

“Cuando Evodio me anunció la próxima salida de ¡Viva el mole de guajolote! me pareció una excelente noticia, porque pienso que es preciso seguir trabajando en grupo y cada uno de sus integrantes porque, aunque se ha hecho mucho y aunque parezca mentira hay que romper lanzas por el estridentismo”.