Literatura femenina en América Latina, concierto de voces
En América Latina se dan hoy cita –y con mucha efervescencia– viejas y nuevas autoras. Sus apuestas literarias –ya sea por una suerte de revaloración histórica, que pone en el foco textos que habían sido ignorados durante décadas o siglos, o por la buena acogida que les dan públicos entusiastas y abiertos a una lectura plural– dialogan con la sociedad actual y nos posibilitan un mosaico de realidades que nos hacen viajar a todos los países y todas las épocas. El deseo, la violencia, la desigualdad, la memoria familiar, el feminismo y el derecho a decidir sobre el cuerpo propio son algunos –entre muchos otros– de los temas que las autoras latinoamericanas contemporáneas abordan en libros de todo corte y género.
Si tiempo atrás autoras como Gabriela Mistral, María Luisa Bombal, Marta Brunet, Alfonsina Storni o María Luisa Puga sembraron, cada una en su contexto, la visión de la mujer latinoamericana en novelas o poemas ahora emblemáticos, la generación de autoras del siglo XXI desea convivir con esas precursoras al tiempo que apuesta por textos frescos y a la vez perdurables, que saltan las fronteras y generan una nueva forma de leer un continente. Las iniciativas editoriales para poner de nuevo en circulación a escritoras hace tiempo no leídas son un gran esfuerzo para tender puentes entre el pasado y el presente. La producción académica mira de cerca los textos y los hace parte de una genealogía de autorías y textualidades femeninas que crece ante cada mirada y asombra por su contundencia.
En Lugar de enunciación, que publicamos en la colección El camino de las agujas. Hilando feminismos, la brasileña Djamila Ribeiro se pregunta desde dónde hablar, cómo hacer de la desventaja un lugar para reivindicarse como mujer, como feminista y como persona racializada en un mundo que busca exterminar las diferencias.
Los distintos títulos de la colección Desbordar el canon reúnen a un grupo de académicas que escriben artículos sobre importantes autoras de la literatura mexicana y que, desde hace décadas, en un ejercicio de amistad, se reúnen cada viernes para discutir sus investigaciones. Los títulos más recientes de esta colección están dedicados a Margo Glantz y Angelina Muñiz-Huberman.
Y al pensar en un sitio para las nuevas voces, este año en la colección Molinos de Viento publicamos dos primeros libros: una reedición de El jardín de los encantamientos, obra debut de María Baranda, que apareció en 1989 y se imprime de nuevo hoy, treinta y cinco años más tarde. El segundo es el primer libro de una poeta joven: en Cuando la casa era un bosque, Lucía Cornejo pone la mirada en los objetos personales, las casas y el tiempo que pasamos con nuestros seres queridos, esa nostalgia agridulce que nos lleva a recordar días peculiares.