La apertura transdisciplinar de la antropología crea retos epistemológicos
La apertura transdisciplinaria de la antropología ha permitido a alumnos de economía, sociología e incluso de biología incorporarse a los programas de posgrado del área, porque se han dado cuenta de que esta ciencia social es un instrumento que conduce a retos epistemológicos y metodológicos inéditos, aseguró el doctor Néstor García Canclini, Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al participar en la presentación de libro Repensar la antropología del siglo XXI. Viejos problemas, nuevos desafíos consideró que la coedición de la UAM y Juan Pablos Editor registra bien esta amplitud, que las generaciones modernas están haciendo cada vez más visible.
La obra –integrada por 13 textos divididos en tres secciones que abordan aspectos fundamentales de la materia en México en el presente siglo– fue coordinada por la doctora María Ana Portal Ariosa, académica del Departamento de Antropología de la Unidad Iztapalapa quien fungió además como moderadora en la actividad.
En su primera parte –titulada Prácticas de la antropología - son revisados la ubicación del gremio, los aspectos metodológicos del quehacer de la disciplina y la evolución institucional de la cultura. En la segunda, llamada Viejas temáticas, nuevos enfoques , son analizados –de manera crítica y con herramientas teóricas y metodológicas inexploradas– los problemas clásicos en este campo.
El apartado Nuevos retos y enfoques presenta temáticas recientes a las que la asignatura se ha enfrentado desde hace ya algunas décadas y las orientaciones que se requieren para abordarlas.
El docente del Departamento de Antropología de la Unidad Iztapalapa de la UAM y Emérito del Sistema Nacional de Investigadores subrayó que todas las secciones enriquecen el panorama, “con muchos focos que aún están por encenderse”: Adriana Aguayo Ayala, por ejemplo, “plantea un tópico que me ha interesado mucho en los últimos años que es el de la ciudadanías complejas y diversas en las que no hay una sola forma de ser poblador, en relación con el Estado-nación ”.
Otro aspecto que llama la atención de los científicos es cómo combinar –al estar en las comunidades– las fuentes de información oral y escrita clásicas ya conocidas, con la incorporación de lo digital y electrónico.
La doctora Laura Valladares de la Cruz, jefa del citado Departamento, comentó que si bien el libro fue escrito antes de la pandemia del COVID-19 habrá que hacer una reflexión sobre lo que pasará después con la disciplina y las relaciones.
El escenario es complejo, pues no han disminuido las violencias e incluso se han profundizado y “una de las grandes constataciones que tenemos es que a pesar de la crisis sanitaria, los grandes proyectos extractivistas de nuestro país siguen adelante y eso no augura nada bueno ni para el ecosistema ni para los derechos territoriales de los pueblos, ya que sigue habiendo una gran resistencia presencial o virtual ”.
En estos momentos hay una potencialización de los movimientos indígenas a partir de estrechar mayores vínculos a través de la red; “Ya existía el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), uno de los ejemplos más claros de la importancia de utilizar el espacio digital para comunicarse y crear así acciones muy poderosas”.
En la presentación de la publicación intervinieron también las doctoras Aguayo Ayala y Rocío Ruiz Lagier, ambas de la Unidad Iztapalapa, y Anne W. Johnson, académica de la Universidad Iberoamericana.
Fuente: Comunicación Social UAM