El diseño debe buscar transformar el mundo viendo la vida como una obra de arte
Aunque mucha gente lo considera una labor meramente técnica, el diseño debe buscar transformar el mundo procurando ver la vida como una obra de arte”, exhortó el doctor Mario Alberto Morales Domínguez al comentar Adiós al arte contemporáneo, ¡Viva el arte anacrónico! Entre los tiempos de la creación y los tiempos de las imágenes, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Es disruptivo y espero que toda aquella gente que de pronto siente una incomodidad con el arte contemporáneo, que le guste o no, encuentre una respuesta”, mencionó.
El académico de la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo expresó que es el primer libro que hace de modo formal, como una propuesta teórica atravesando diferentes campos del saber, a la vez de una invitación a ver el arte de otra manera, en especial a gente interesada en éste o en filosofía o en ambos, comprendidos de un modo amplio.
El texto “no está dirigido a personas que estudian estas disciplinas, sino a quienes les pudieran interesar, aunque pueden estar relacionadas con la ingeniería, el diseño o cualquier rama de las humanidades y tengan la inquietud de acercarse a la filosofía y al arte.
A decir del autor, “mi intención es que en primer momento rastreen o les ayude a mapear, comprender y hacer crítica de las discusiones que hay en el arte contemporáneo”.
El especialista en teoría de la imagen recordó que la idea de la obra nació cuando realizaba el postdoctorado en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM –entre 2017 y 2019– “cuando me empecé a acercar al arte contemporáneo con lo que surgieron estas reflexiones paralelas a mi trabajo”.
Así, “con las notas que elaboré durante la pandemia de COVID-19 me senté a darle forma, me puse a investigar muchas cosas y a desarrollarlo para darle consistencia, porque curiosamente en esas notas que parecían paralelas, de pronto había una tesis que parecía importante y condensaba gran parte de mi pensamiento”, relató.
La doctora Deyanira Bedolla Pereda, investigadora del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño, mencionó que Adiós al arte contemporáneo, ¡Viva el arte anacrónico! Entre los tiempos de la creación y los tiempos de las imágenes es un interesante recorrido y una sugerente y provocadora manera de pensar el arte.
“Es un texto provocador que inicia recordando el uso y abuso del término arte contemporáneo que se refiere a aquel en esta época globalizada y, por tanto, compartida por toda la comunidad humana”. Está ligado a su tiempo, “encerrándonos en un solo modo de concebir dicha contemporaneidad, y así desde esa perspectiva no nos brinda libertad”.
Sin embargo, en una segunda parte la obra se pregunta que es el arte anacrónico para hacer referencia a una noción que abre un periodo en sus infinitas dimensiones y no considera un solo y único lapso con el que tendría que estar el arte”, precisó la investigadora de la UAM.
Es una nueva propuesta para generar nuevas manifestaciones “que nos recuerda que, somos libres de concebir la creación artística de otro modo como algo que se hace para ser contemplado en un espacio sin tiempo, épocas y situaciones, incluso de una suerte de sublevación porque se trata de un arte que no depende de las lógicas institucionales de la actualidad.
El doctor Aarón J. Caballero Quiroz, docente de la Licenciatura en Diseño de la sede Cuajimalpa, subrayó que el autor celebra con este libro la claridad de una postura que tiene no al arte, sino a lo que él hace y, en ese sentido, “me consta que su actividad es muy concurrente con lo que plantea, no sólo son palabras que complejamente están bien estructuradas, sino que hace partir lo que es en relación a algo que ya ha tenido claridad y eso es lo que lo guía”.
El autor en forma “involuntaria desmonta la práctica habitual de suponer la historia del arte como un continuo, acaso como un absoluto positivo que entre estudiosas y estudiosos del tema ha encontrado la más fidedigna representación de la manera en que entiende un constructo como ese en el modelo de la línea del tiempo, con todos los peligros que ello comporta”.
Y como pude leerse en la contraportada: “no ataca al arte contemporáneo, sino que lo analiza y defiende su naturaleza efímera, destacando su especificidad y su potencial”, con lo que Morales invita a leer este su primer texto.