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Casa del tiempo se renueva para abonar a un diálogo más abierto frente a la cultura

Casa del tiempo se renueva para abonar a un diálogo más abierto frente a la cultura

La importancia de estar a la altura de un diálogo crítico en torno a un concepto de cultura que no sólo piense en la convivencia y el vínculo entre arte y política, sino como un espacio de transformación social y de producción del conocimiento es lo que ha llevado a la transformación de la revista Casa del Tiempo en su nueva época, aseguró la doctora Yissel Arce Padrón, coordinadora general de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En torno a ello “nos parecía urgente que la publicación como órgano de difusión de la institución estuviera a tono con las nuevas lógicas del espacio no sólo mexicano sino de la región”, sostuvo durante la presentación del número 4 titulado Utopías: mi país imaginario, en la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo.

Concebida por Carlos Montemayor en 1980, la edición da cuenta en esta sexta época de las lógicas del campo artístico internacional, sobre todo de lo que se está haciendo desde la universidad para tratar de generar un impacto en la ciudadanía a través de los nuevos creadores del campo artístico mexicano e internacional, así como ponerla a tono con las preguntas dominantes que implican un diálogo abierto, más complejo y menos unilateral.

De ahí que “desde la Coordinación se pensara en nuevas acciones para renovar la sección de Imago, ensayo visual acompañado de un texto que sirviera de reflexión crítica de las imágenes y dónde el lector va a encontrar en cada número una especie de detonante y crítica en torno a las temáticas que se estén abordando”, señaló.

En el dossier de agosto-septiembre “nos pareció importante renovar el diseño y poner a las artes visuales en un lugar protagónico no sólo por la feria de arte moderno Documenta 15, de Kassel, Alemania, sino por el Antimonumento (que en Chile llevó al cambio de nombre de la Plaza Italia a Plaza Dignidad) que ahora tiene un lugar central en ese país, sino también pensarlo desde modos específicos de traducciones complejas en cada uno de los textos del dossier”.

Incluso, dijo, “desde la portada se está acompañando todos los escritos con obra de Tania Candiani, pues queríamos que la revista acompañara lo que está pasando en el campo artístico mexicano; hay varios guiños con acontecimientos culturales contemporáneos en la renovación de diseño editorial y nos parecía más metafórico que nuestros estudiantes en formación y profesores-investigadores encontrarán ese gesto de diálogo y articulación, porque nos interesa esta convivencia en el arte y la política desde diferentes registros”, destacó.

El maestro Octavio Mercado González, rector de la Unidad Cuajimalpa, aseguró que Casa del Tiempo es una forma ejemplar de articular las funciones sustantivas de cara a la sociedad y a la comunidad universitaria, ya que se cumple con la tercera labor sustantiva de la institución que es la preservación y divulgación de la cultura.

“Este ejemplar en particular resulta sumamente interesante porque da idea de la cultura en este cruce de distintos caminos, no simplificando sino por el contrario revelando la complejidad de los fenómenos contemporáneos y con ello realizando una operación en dos sentidos: hacia la sociedad señalando la importancia que como universidad tiene el planteamiento de la complejidad de la cultura y hacia adentro invitando a descubrir nuevos fenómenos que están mucho menos alejados de nuestros intereses y posibilidades de acción de lo que pensamos”.

El presente número, articulado alrededor del concepto de las utopías, inevitablemente obliga a pensar en el arte y en la cultura como espacios no autonómicos, sino como territorios del no lugar en los que se cultiva la idea de aquello que puede llegar a ser y las implicaciones políticas que tiene toda práctica artística y todo productor cultural”, refirió.

La licenciada Guadalupe Urbina Martínez, responsable del diseño gráfico y formación de esta nueva época trimestral, explicó que Casa del Tiempo es una edición universitaria abierta a la comunidad “donde nos hemos dado a la tarea de recibir sus crónicas, ensayos y aportaciones, consolidando la contribución de estudiantes y académicos de los cinco campus”.

En ese contexto, convocó a la población de las cinco sedes de la UAM a formar una sola publicación y abrir a la diversidad de textos, de voces hacia diferentes temas, para volverla una revista de pensamiento crítico y mencionó que como diseñadores tienen el compromiso de tender un puente entre el escritor y el lector para que sea agradable y legible a la vista, para que llame la atención y la gente sea seducida y encuentre contenido rico en conceptos.

Alejandro Arteaga, responsable de la coordinación y redacción, refirió que en esta nueva época hay algunos cambios en el diseño, en la concepción y en las secciones y quien tenga curiosidad puede consultarla de manera gratuita en https://casadeltiempo.uam.mx/ e involucrarse en la convocatoria abierta para aportar textos.

Además participó la maestra Celia González, activista y artista visual, quien colaboró con uno de los artículos (Imaginar una comunidad: el manifiesto del 27N) que aborda las demandas de derechos cívicos planteadas el 27 de noviembre de 2020 por un grupo de artistas e intelectuales cubanos a los Ministerios de Cultura y del Interior de esa nación.

Entre otras peticiones, exigieron que cesara la represión contra artistas, periodistas, activistas y ciudadanos; que se detuviera la difamación a creadores y periodistas independientes a través de la prensa y la televisión estatales, así como el reconocimiento del rotativo independiente como interlocutor y la negociación de condiciones para un diálogo.

En la presentación de Casa del Tiempo número 4, época VI Utopías: mi país imaginario también estuvo presente el secretario de la Unidad Cuajimalpa, doctor Gerardo Francisco Kloss Fernández del Castillo.