"Álbum de plantas prohibidas" ofrece un acercamiento al mundo vegetal
El libro Álbum de plantas prohibidas “es una especie de herbario posmoderno que se nutre de la química, la botánica y la biología para ofrecer un acercamiento al mundo vegetal”, aseguró su autora, María del Carmen Tostado Gutiérrez.
Esta segunda edición –coeditada por la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y Elefanta del Sur– presenta un recuento de los usos populares, industriales e históricos de 83 plantas no permitidas para ser comercializadas en forma de té, aceites esenciales o complementos alimenticios.
De acuerdo con la etnóloga y maestra en historia, se trata de una publicación híbrida que transita por diversos territorios de búsqueda e investigación, no necesariamente desde un enfoque académico, sino más bien de divulgación científica y de exploración.
“El detonante fue pensar por qué están prohibidas si entre ellas se encuentran muchas que son familiares en la cocina o para la medicina tradicional, por ejemplo, el árnica o la menta, lo que me llevó también a un mundo mucho más grande de acercamiento a la botánica y a la historia evolutiva de las vegetaciones y esa es realmente la mirada desde la que está abordado el libro”, expuso.
La investigadora contó con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en el programa Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales para llevar a cabo esta obra organizada a partir de los lugares de origen de las plantas y por continente.
Al tratarse de un álbum, está repleto de imágenes e ilustraciones científicas de cada ejemplar del que se menciona su orden, familia, tribu y especie, dándole un carácter de ensayo gráfico en el que también se incluye la poesía.
En México –explicó– hay plantas conocidas por sus propiedades psicotrópicas como el toloache y la ipomea, otras como las lantanas que se caracterizan por tener flores de muchos colores y la llamada “gobernadora” –considerada de las más longevas– que al parecer poseen propiedades medicinales, el jazmín amarillo utilizado para ritual en el mundo prehispánico o el caso del epazote que en una dosis no adecuada puede convertirse en venenoso.
A lo largo de la indagación, la maestra Tostado Gutiérrez también se encontró con casos peculiares como la prohibición del anís estrella, no porque en sí mismo sea tóxico, sino por la existencia del anís estrella japonés, que sí es venenoso, por lo que para evitar confusiones vedaron su consumo en general.
Sin embargo, también hay algunas que en un principio no estaban permitidas, pero después se aprobó su venta en México como la equinácea, que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y es utilizada en la curación de heridas.
Por otro lado, la autora aseveró que existen paradigmas que han transformado “la forma en que miramos las plantas”, ya que diversas investigaciones demuestran las diferentes estrategias de convivencia y sobrevivencia posibles que han desarrollado, así como la manera en que pueden vivir durante miles de años.
“Una de las vegetaciones que cuando empecé a estudiarla me fascinó por su inteligencia son las acacias, porque se ha descubierto su capacidad de comunicación con otros árboles y de protección ante el ataque de los herbívoros o insectos”.
La maestra Tostado Gutiérrez indicó que en México hay una larga tradición de herbolaria y en la actualidad existe gran interés por conocer las propiedades de las vegetaciones.
“La herbolaria es una manera de sanación y de curación popular y milenaria en nuestro país; no se trata de decir que determinada planta está prohibida, sino más bien de informar y divulgar por qué en algunos casos se debe tener cuidado y cuáles son las dosis en las que se pueden llegar a consumir sin riesgo”.