Seis poetas escriben desde sí la tesitura de su disposición al mundo: usan pero extienden el lenguaje, los giros en el sonido, la colisión de la palabra contra el recuerdo, y erigen así una reapropiación del cuerpo y la vida que de sí nombran con su palabra, cada una desde su propia punta, en la arista de una trama de luz.
Seis poetas escriben desde sí la tesitura de su disposición al mundo: usan pero extienden el lenguaje, los giros en el sonido, la colisión de la palabra contra el recuerdo, y erigen así una reapropiación del cuerpo y la vida que de sí nombran con su palabra, cada una desde su propia punta, en la arista de una trama de luz.
Seis poetas escriben desde sí la tesitura de su disposición al mundo: usan pero extienden el lenguaje, los giros en el sonido, la colisión de la palabra contra el recuerdo, y erigen así una reapropiación del cuerpo y la vida que de sí nombran con su palabra, cada una desde su propia punta, en la arista de una trama de luz.