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Este libro es el resultado de una discusión colectiva que los coautores sostuvieron durante casi tres años. En todo momento tuvieron presente realizar un trabajo que diera cuenta de la investigación y práctica de la evaluación docente en el ámbito universitario, en México y en el contexto iberoamericano. Así mismo, nos preguntamos: ¿qué motivaciones tienen las instituciones de educación superior para llevar a cabo esta práctica que no conduce a una mejora en la calidad de la enseñanza y que en última instancia no beneficia a los estudiantes? Las instituciones son impulsadas por la fuerza de la costumbre, por políticas que otorgan recompensas económicas "por buenas evaluaciones" y también por su poco interés en consultar la literatura especializada que cada vez más indica que no hay evidencia de que la evaluación docente en las instituciones impulse la mejora de la calidad de enseñanza, y que los instrumentos utilizados tienen, en el mejor de los casos, una validez modesta. Los docentes tienen conocimiento tácito de esta situación. No sólo son ellos los que sufren las consecuencias de este sistema, sino también los estudiantes que en diversas instituciones se ven obligados a evaluar a su profesor, so pena de no permitirles matricularse para el semestre siguiente. A pesar de esta evidencia tanto en América Latina, como en otras regiones del mundo, existen investigadores e instituciones que siguen convencidos de que la evaluación de la docencia a través de los estudiantes es una práctica útil y legítima para mejorar la calidad de la docencia en el aula universitaria. No obstante, el panorama no es del todo sombrío, ya que esta obra también analiza las alternativas que se han generado para sustituir o reconstruir este arraigado proceso de evaluación docente tradicional. Por último, pero no menos importante, los coautores coinciden en que la educación, la enseñanza y su evaluación deben concebirse como un acto humano y ético. La evaluación de la enseñanza basada, en parte, en valores humanos significa evaluar o interpretar las manifestaciones de la enseñanza en términos de lo que se reconoce como valioso en el trabajo humano y en las relaciones interpersonales.
Este libro es el resultado de una discusión colectiva que los coautores sostuvieron durante casi tres años. En todo momento tuvieron presente realizar un trabajo que diera cuenta de la investigación y práctica de la evaluación docente en el ámbito universitario, en México y en el contexto iberoamericano. Así mismo, nos preguntamos: ¿qué motivaciones tienen las instituciones de educación superior para llevar a cabo esta práctica que no conduce a una mejora en la calidad de la enseñanza y que en última instancia no beneficia a los estudiantes? Las instituciones son impulsadas por la fuerza de la costumbre, por políticas que otorgan recompensas económicas "por buenas evaluaciones" y también por su poco interés en consultar la literatura especializada que cada vez más indica que no hay evidencia de que la evaluación docente en las instituciones impulse la mejora de la calidad de enseñanza, y que los instrumentos utilizados tienen, en el mejor de los casos, una validez modesta. Los docentes tienen conocimiento tácito de esta situación. No sólo son ellos los que sufren las consecuencias de este sistema, sino también los estudiantes que en diversas instituciones se ven obligados a evaluar a su profesor, so pena de no permitirles matricularse para el semestre siguiente. A pesar de esta evidencia tanto en América Latina, como en otras regiones del mundo, existen investigadores e instituciones que siguen convencidos de que la evaluación de la docencia a través de los estudiantes es una práctica útil y legítima para mejorar la calidad de la docencia en el aula universitaria. No obstante, el panorama no es del todo sombrío, ya que esta obra también analiza las alternativas que se han generado para sustituir o reconstruir este arraigado proceso de evaluación docente tradicional. Por último, pero no menos importante, los coautores coinciden en que la educación, la enseñanza y su evaluación deben concebirse como un acto humano y ético. La evaluación de la enseñanza basada, en parte, en valores humanos significa evaluar o interpretar las manifestaciones de la enseñanza en términos de lo que se reconoce como valioso en el trabajo humano y en las relaciones interpersonales.
11. Introducción
23. Humanistic Values in the Evaluation of Education
53. La investigación sobre evaluación docente un siglo después: antecedentes, evolución y certitudes
94. La investigación sobre evaluación docente: incertitudes, cuestionamientos y alternativas para su empleo
132. Evaluación de la docencia: más allá de un entramado técnico-instrumental
179. Propuestas alternativas de evaluación de la docencia en educación superior
215. Portafolio: estrategia formativa para evaluar la enseñanza
250. La docencia en la virtualidad: nuevas realidades y retos para su evaluación
288. Conclusiones generales
- EDU001030 EDUCACIÓN > Administración > Mayor
- 378.1 Sociología y Antropología > Educación > Educación más alta > Organización y gestión; currículos
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